A LA VENTA MI ÚLTIMA NOVELA, LA CASONA DEL INDIANO
EN BREVE SALDRÁ PUBLICADO MI SEGUNDO POEMARIO TITULADO ESOS DÍAS AZULES

domingo, 28 de febrero de 2016

Reseña: El Carpintero y la Lluvia, de Rodolfo Martínez, Editorial Sportula, 2010



TRES RELATOS PARA INICIARSE EN EL MUNDO DE DRÍMAR

            Rodolfo Martínez es un autor atrevido, original, complicado de leer a veces (eso también se agradece en un mundo donde lo fácil parece ser lo políticamente correcto), pero siempre sorprendentente. Así lo consigue con las tres historias recogidas en El Carpintero y la Lluvia.

            La primera, Un agujero por donde se cuela la lluvia es, sin lugar a dudas, la más atrevida de las tres. Un niño autista, y unos protagonistas que viven en una estación espacial entre la Tierra y la Luna, nos llevan a una historia repleta de recovecos, de cambios de registro literario, de guiños y engaños, que hay que leer muy despacio, no solo por no perderse entre sus entresijos, sino para disfrutar de la trama, que recuerda al estilo de uno de los grandes de la cifi, Philiph K. Dick.

            La carretera, segunda de las historias de Rodolfo Martínez, es más lineal, en la línea de novelas como Rama, Mundo Anillo o A vuestros cuerpos dispersos, donde nos encontramos un elemento, una carretera, en donde nuestro protagonista vive, o sobrevive, y recuerda su pasado. Con un final inesperado e inquietante, La carretera abre las puertas –nunca mejor dicho- a historias posteriores. Pero atención, nadie se desespere, ya que así lo hace Rodolfo Martínez en su tercera historia de este libro.

            Porque, El alfabeto del carpintero, nos vuelve a llevar al mundo de La carretera, Bluyeiuey, en donde otros protagonistas vivirán experiencias que los cambiarán de forma definitiva y radical. Un relato que, al igual que el anterior, nos engancha desde sus primeras líneas y nos recuerda lo mejor de la ciencia ficción de aventuras pero, también, de la psicológica o, incluso, metafísica.

            En definitiva, para al aficionado exigente de la ciencia ficción, El Carpintero y la Lluvia, de Rodolfo Martínez, no le defraudará en absoluto. Buen acierto de su autor recopilar todo el ciclo de Drímar desde el principio, y un buen consejo para el lector que quiera acercarse a la obra de este gran autor español, es que lo empiece con esta obra o, con otra que fue su primera incursión en la literatura, La sonrisa del gato, de la que ya hablamos en reseñas anteriores.

            El Carpintero y la Lluvia, de Rodolfo Martínez, ha sido editada por Sportula, en el año 2010.       




Francisco José Segovia Ramos
Febrero de 2016

sábado, 27 de febrero de 2016

Mi novela La Promesa, en la Residencia San Jose Etxe-Alai de Mungia, Euskadi

Escrita y adaptada para la Lectura fácil, mi novela "La promesa", de la editorial La Mar de Fácil, sigue recorriendo el país. Ahora será leída en la Residencia san José Etxe-Alai de Mungia, Euskadi.

Espero que sus lectores y lectoras disfruten con la historia de los Noguerol.

Más información en:

Seleccionado en el III Concurso de microrrelatos de Ciencia Ficción, Ojos Verdes Ediciones

Uno de mis microrrelatos, Morir o morir, ha sido seleccionado en el III Certamen de Microrrelatos de Ciencia Ficción Novum, organizado por Ojos Verdes Ediciones.

Será publicado, junto a los ganadores y resto de seleccionados en próximas fechas.

Más información en:

jueves, 25 de febrero de 2016

Los Náufragos del Aurora, en el portal Literfan


Mi novela "Los Náufragos del Aurora", de The Black House Editorial, ya aparece como novedad en una de las páginas más importantes de la red en cuanto al género de terror, fantástico y ciencia ficción.

Aquí la encontraréis:
http://literfan.cyberdark.net/Novedades.htm

miércoles, 24 de febrero de 2016

Últimos días para votar en Plena Inclusión

 
Plena inclusión tiene un proyecto que se llama Léelo Fácil. Este proyecto sirve para que las personas con dificultades de comprensión puedan disfrutar de la lectura.
 
Léelo Fácil hace libros comprensibles que puedes leer con el ordenador.
 
Plena inclusión desarrolla este proyecto. Colaboran la Cooperativa Altavoz, la empresa ONECLICK y el Ministerio de Cultura.
 
En esta web han propuesto 3 libros y se puede votar uno 1 de ellos para este proyecto, entre los que está mi novela LA PROMESA:

Se puede votar hasta mañana,  25 de febrero.

lunes, 22 de febrero de 2016

Reseña: El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas, de Darío Vilas, Tyrannosaurus Books, 2013



SIMETRÍA, EL AUTOR, EL PROTAGONISTA Y LA LITERATURA BIZARRA


            No es la primera vez que aparece la imaginaria ciudad de Simetría en estas reseñas. La anterior vez fue relacionada con la obra Telaraña, de José Luis Cantos, también de la misma editorial. No es la primera, y seguramente tampoco será la última, porque Simetría tiene un «algo» que atrae a los escritores. A los buenos escritores, hay que añadir. Porque una ciudad, un país, un mundo imaginario de nada sirven si no hay detrás un artista de las letras. Y Darío Vilas lo es.

            Simetría da para mucho, pero hay que saber aprovecharlo. En El Hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas, Darío Vilas nos sumerge en una ciudad oscura, siniestra, donde la vida parece transcurrir con normalidad, aunque no es así. A través del presente, y de los recuerdos de su protagonista, Marquitos Laguna, nos sumergimos en un mundo de un realismo sangriento. Duro e inmundo. Repulsivo y, también, comprensible desde la óptica de Marquitos, un hombretón con un pasado siniestro a sus espaldas.

            Darío Vilas esgrime con maestría su palabra, y nos arrastra a Simetría, casi como si nos secuestrara. No hay oposición posible. El libro se lee casi de un tirón (por no decir de tirón y medio seguido). Hay pausas, pero muy meditadas y concisas. Lo justo para tomar aire y prepararse para lo siguiente que nos narre El Hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas.

            Simetría, repito, da para mucho, pero hay que saber aprovechar los recursos que ofrece, sumergirse en su mundo bizarro y terrible, y reflejarlo en papel sin que nos resulte extraño o ajeno. Darío Vilas (igual que también José Luis Cantos) lo consigue plenamente en su obra. Género negro de primera calidad, que se puede releer más veces, con riesgo de terminar viendo que, en realidad, hay mucho de Simetría en nuestras ciudades.

            Lo que ignoramos es dónde se esconden los Marquitos de cada una de esas urbes que parecen tan diáfanas pero ocultan tantos secretos. En El Hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas, Darío Vilas nos muerde las tripas, casi en el sentido literal de la palabra. Y eso, al lector avispado, gusta. Y mucho.

            La obra forma parte de la colección Dirt, de la Editorial Tyrannosaurus Books, y fue publicado en el año 2013.


Francisco José Segovia Ramos
Febrero de 2016

sábado, 20 de febrero de 2016

Relato/Story: El hombre del futuro/The man of the future



EL HOMBRE DEL FUTURO

            Norman Dexter no sabía por qué lo habían llamado desde la Central de Inteligencia, ni si sus trabajos como científico tendrían algo que ver con aquella misteriosa convocatoria. Pero no tuvo tiempo para más disquisiciones porque un auto negro lo recogió a la puerta de su casa. Tras un largo viaje en jet privado aterrizó en la base de Groom Lake.
            —¡El área 51! —exclamó, dirigiéndose a sus silentes acompañantes.
            Poco tiempo después se encontraba en las dependencias subterráneas del complejo, donde le esperaba un general:
            —Soy el mayor George Stevans, y usted está aquí porque dependemos de su actuación para que la humanidad sobreviva.
            Norman reprimió un grito de sorpresa, pero en su rostro tuvo que reflejarse el asombro, porque el mayor continuó:
            —Hace cincuenta años descubrimos aquí un agujero inter dimensional, que nos permitía atisbar en el futuro —hizo una pausa antes de continuar—. En ese futuro, hoy mismo, descubrimos que usted se lanzaba al vórtice que dentro de unos minutos se creará de la nada, y que amenazará con tragarse todo el universo conocido. Se arrojará a su interior y, al momento, éste desaparecerá y la humanidad se habrá salvado de su destrucción
            —-Pero eso no ha sucedido todavía.
            —Por eso le trajimos: su presencia aquí, por así decirlo, es inexcusable. Usted se tirará a ese vacío cuando brote. Su sacrificio salvará al mundo.
            —¿Y si no quiero? —objetó, mientras varios soldados se acercaban a él.
            Norman Dexter, sin embargo, sabía que todo estaba ya escrito -dijera lo que dijera, hiciese lo que hiciese- hacía cincuenta años.

THE MAN OF THE FUTURE

Translated by Isidoro Hervías

            Norman Dexter didn´t know why he had been called from the Central Intelligence, or if his work as a scientist would bear on that mysterious calling. But he hadn´t time for further musings because a black car picked up to the door of his house. After a long trip by private jet landed at the base of Groom Lake.
            Area 51! He exclaimed, turning to his silenced accompanists..
            Shortly afterwards he was in the underground places of the resort, where a general await him:
            I'm Major George Stevans , and you are here because we depend  of your perfomace in oorder that humaneness survive.
            Norman suppressed a surprise shutting, but his face had to reflect the wonder, because the Major continued:
            Fifty years ago we discovered here an inter dimensional hole, hat allowed us to peer into the future, —he paused before continuing—. In that future, today, we discovered that you threw the vortex in a few minutes will be created from nothing, and that threaten to swallow the entire knowned universe. You will throw inside and, at the time, it will disappear and humaneness will be saved from destruction.
              But that has not happened yet.
            — Therefore we called you: your presence here, in a manner of speaking, it´s inexcusable. You will jump into the void when outbreak. Your sacrifice will save the world.
            What if I don´t? —He objected, while several soldiers were approaching him.
            Dexter Norman, however, he knew that everything was already writted, whatever he did and said, fifty years ago.

Francisco J. Segovia©Todos los derechos